Ludus

Ludus. Intervención en el espacio privado

Una característica muy notable en la obra de Ima Picó es la de incorporar el espacio como elemento determinante en el propio significado de la obra. El espacio, ya sea público o privado, le sirve en primer lugar como referente, como inspiración, es de donde captura muchos de los signos que luego reinterpreta y dan contenido, tras un proceso creativo, a la obra de arte definitiva. Obras que se adecuan perfectamente a cualquier tipología de lugar, independientemente del uso al que esté destinado. Ima Picó es consciente de la obsolescencia de la obra y es ese carácter efímero el que le da credibilidad a la misma pues todos esos elementos que le sirvieron de inspiración vuelven, una vez compilados en un lenguaje tan personal como el suyo, al público. La posibilidad de trabajar en espacios no definidos para la exhibición de arte le da ese carácter diferente, fresco, que tiene el Graffiti. En concreto, este mural de Gnomo tiene estos ingredientes pero destaca sobre todo su carácter modular ya que no está concebido con idea de totalidad sino con el fin de ir agregando pequeñas intervenciones. La pared no es exclusivamente un área de representación a modo de lienzo sino más bien un lugar vivo en el que se puede ir interviniendo progresivamente. Es dinámico, va más allá de la pura idea contemplativa de la obra expuesta.

Una vez más Ima nos sorprende adecuando su trabajo a cualquier tipo de lugar y, lo más importante, si analizamos exclusivamente la obra desde un punto de vista de estilo, vemos que sigue en un proceso evolutivo, que a mi juicio, va sintetizando, eliminando lo superfluo. Es evidente que ya ha adquirido una madurez absoluta en este tipo de lenguaje que le permite trabajar con menos elementos, con mayor precisión, claridad y delicadeza. El resultado va más allá de lo puramente decorativo. Lo procesual, el contexto y el momento económico tan complicado en el que está concebido también añaden matices a esta nueva obra de Ima Picó.

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